lunes, 31 de enero de 2011

No me he muerto, solo que en estas tierras hace demasiado frío

Querido míos, nosé cuanto tiempo llevo sin actulizar esta cosa, pero he de deciros que he tenido razones de peso. Los constantes cambios en mi vida que últimamente han sucedido me han obligado a dejar internet por un tiempo: cambio de domicilio, país e idioma, nueva casa, nuevos amigos, nueva facultad y... nuevas tontunas.

Mi vida ha dado un giro de 360 grados. Comparto 40 metro cuadrados con un alemán ninfómano, desordenado e inestable metalmente hablando y con el sueño cambiado. Me despierto cada noche con la televisión alemana por cable a todo volumen (la española únicamente sintoniza "Intereconomía"... que tiene cojones la cosa)

Echo de menos todo.Todo. Echar de menos viene definido como "notar la falta o ausencia de algo o alguién" (por aqui dicen étonner) y la verdad esque aquí tengo todo lo que puedo desear: fiesta, mujeres, yogures y transporte público...pero.... nosé, es distinto: las fiestas se acaban a las 2 de la mañana, las mujeres son demasiado delicadas y "huppées", no encuentro esos yogures de melocotón con trocitos (4587965854562 clases de yogures, y justamente mis preferidos no... pero bueno me estoy abriendo horizontes en este aspecto, los de maracuyá intentan remplazarlos, pero no logan conseguirlo) y el transporte público funciona demasiado bien, y eso me desconcierta, y no me gusta desconcertarme.

Mis primeros días aquí han sido horribles. Ahora la cosa parece mejorar poco a poco. El cambio de horarios ha influido en mi ritmo intestinal (y aquí no dispongo de los famosos yogures para ponerle solución a este tema) el pelo se me cae (y esto sí que me preocupa de gran manera) y mi piel ha tomado un color rojizo (todo muy extraño, todo)

Lamento en gran manera la poca efusividad de mis palabras, así como el escaso interés que estas expresan; espero actualizar esta más a menudo (con asuntos algo más interesantes) y ponerme al día en la lectura de vuestros geniales blogs.

Gracias por aguantarme.