jueves, 26 de agosto de 2010

Merenguito


6:45 am. Acabo de llegar a casa. Las fiestas de mi pueblo acaban de comenzar. ¡Las fiestas de mi pueblo! Es lo mejor del mundo, yo no sé que haría sin las fiestas de mi pueblo.

Acabo de llegar a casa como bien dije, y los efectos del alcohol siguen presentes en mi cuerpo, por lo tanto he decidido escribir esta entrada en papel para pasarla mañana la ordenador.

¿Porqué me gustan tanto las fiestas de mi pueblo? Punto número uno: LAS ORQUESTAS. Desde que era un crio he querido cantar en una orquesta, toda esa música: merengue, salsa, bachata, cumbia, pasodoble… es increíble, pero las adolescencia llego y con ella los cambios hormonales que me proporcionaron una voz poco adecuada para el canto. Desde aquel momento mi objetivo cambió: ligarme a la cantante de una orquesta. ¡Hoy he cumplido mi sueño! he subido a cantar al palco… (Intente lo de la cantante pero su novio era el bajista, le he dicho que siempre creí que mezclar el trabajo con el amor era un error. Me echó del palco) Os preguntareis, ¿y qué cantaste? “Luna, Luna” de Ráfaga. Un temazo para bailar, lo he dado todo.

No sobra decir que como buen gallego soy fan incondicional de “La París de Noia” y “La Panorama”

Cambiando de tema, y dejando atrás las orquestas, he estado practicando el tema de las faltas de ortografía! Me he comprado un cuadernillo “Rubio”! yo lo hago todos los días y mi madre me lo corrige. Me emociona y la vez me hace sentirme como un gilipollas. Espero que la cosa vaya mejorando, vosotros ya sabéis en cuanto veáis alguna me lo decís con total confianza que estamos en familia.

Gracias por aguantarme.

lunes, 16 de agosto de 2010

Subsuelo, vamos vamos!


Vale, que no cunda el pánico. Estoy de bajón.¿Porqué? ni puta idea. Llevo todo el verano de fiesta en fiesta, de borrachera en borrachera, de chica en chica, con mis amigos, mi gente. Todo es genial. Puede ser que despues de toda gran subida hay un gran subidón. No losé. Pero hoy por hoy mi único consuelo son las páginas de facebook y teledeporte. He ido al banco y he descubierto que despues de un apasionante mes en Italia estoy arruinado, y que se acabo beber "champagne" o "vodka eristoff" apartir de ahora "Espumoso 99" y "Vodka Mercadona"

Mi único ingreso mensual (le doy pasantias de idiomas a una niña de 15 años) ha desaparecido. Me ha despedido por tuenti, "que le extresa como tengo decorada mi habitación, que así no se concentra" nos ha jodido! ¿como van a aprobar los chabales de hoy en día si cada vez tienen mas escusas para no estudiar?

Mi regreso a BCN, el abandono del hogar materno y sobretodo la vuelta al estudio cada vez se hace mas inminente y aterrorizante. ¡15 días!

Me estoy dando cuenta de que mi isnpiración se devio quedar en Italia, y que este blog no avanza, que cada vez tengo más faltas de otografía y que o me voy para cama o me emborracho, pero algo tendré que hacer con mi vidaaa!

Gracias por aguantarme!
PD: me voy para la cama, como los cobardes.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Prego


Aquí estoy de vuelta. Ha sido alucinante. Italia es alucinante. Llevo unas escasa horas en La Coruña y ya hecho de menos las tardes en el Trastevere o los trenes a Florencia, el vaporetto de Venezia o el encanto de Milán. Hecho de menos a mis compañero de Erasmus: Mietta, Retto, Carlos, Fiona, Antonnio, Della. Hecho de menos las italianas y sus fiestas. Pero bueno, os podría contar cien mil cosas de Italia y su gente, pero no creo que os interese, es su defecto os contaré porque odio los aeropuerto, porque los odio.

En primer lugar, son feos. Muy feos (especialmente el de La Coruña, es muy feo) son aburridos, y caros. Odio facturar. Abandonas tus amletas en un cinta, de la cual sabes donde empieza pero no donde acaba. ¿que habrá detrás de esas cintas? no creo que sea capaz de vivir sin saberlo, asique algún día me colaré por una.

El cansancio de apodera de mi cuerpo, y mis dedos se pierden entre las teclas asique me veo obligado a dejaros con estas palabras cutres, espero que me perdoneis. En próximas fechas os contaré más cosas, que hay mucho.
Gracias por aguantarme.