
Me considero un rojo sin diminutivos. No soy un rojillo, soy un rojo, un rojazo. Y eso no quiere decir comunista, ni socialista, ni anarquista, quiere representar esa hermosísima ideología de hace unos años, que hacía creer que esta infamia de mundo podía cambiar de alguna manera.
Joaquin Sabina.
Cuando hablamos de este hombre, no podemos hablar de tontunos, no, podemos hablar de alguien muy, muy grande.